(El grupo d´Alacant de la Plataforma por la Auditoria Ciudadana de de Deuda-PV, colabora con el colectivo Toma la Plaza en la cacerolada que desde el mes de junio viene desarrollandose todos los viernes ante una sucursal centrica de Bankia en Alacant, en relación con esta acción el grupo de la plataforma ha elaborado un manifiesto contra el rescate bankario que a continuación transcribo. Un saludo, Nano)
Contra
el rescate bankario y por la auditoria de la Deuda Pública
Estamos
nuevamente ante Bankia para denunciar la gran estafa de la banca
española de la que este banco es el modelo. Una banca que ha basado
la obtención de sus beneficios en la especulación y en la
destrucción de la economía real.
Mas
¿Cual ha sido el mecanismo utilizado?
Primero,
Invirtieron nuestro dinero en activos financieros de los que
esperaban sacar grandes beneficios, cuando en realidad estaban
comprando paquetes donde, como se descubrió con la crisis de las
hipotecas, no había nada rentable, sólo deudas, deudas de casas
sobrevaloradas y de difícil venta.
Segundo,
dada la gran preponderancia del capital financiero en la estructura
del sistema y con el fin de multiplicar los beneficios que obtenían,
los bancos volcaron casi toda su actividad económica a la promoción
del crédito fácil, sobre todo para la compra de unas viviendas cuya
construcción ellos mismos financiaban. Este proceso condujo a un
exceso de producción de inmuebles que estalló primero con la
crisis de las hipotecas en los EEUU y posteriormente con la burbuja
inmobiliaria en países como Irlanda y España
Ahora
pretenden un rescate bancario con el dinero de todas, como ya ocurrió
en Irlanda. Un rescate que incrementa una deuda pública que
consideramos ilegítima pues no se ha generado por la construcción
de escuelas, servicios sociales o de salud, o industria
medioambientalmente sostenible. Una deuda utilizada como excusa para
aplicar los recortes injustos a los que están sometiendo al conjunto
de la ciudadanía, a todas nosotras. Una deuda que, en definitiva,
no se origina en que hayamos gastado por encima de nuestras
posibilidades, sino en que han especulado en contra de nuestras
necesidades.
Por
ello, aunque el gobierno la haya emitido de forma legal, es, para
nosotras, ilegitima. Y ¿Por qué consideramos ilegítima esa deuda
pública que ahora nos quieren hacer pagar?
La
consideramos ilegítima por tres argumentos:
1º-
Decisiones injustas que desarrollaron la deuda:
La deuda se origina por la financiación de un déficit debido, entre
otras razones, a la disminución de los impuestos a las grandes
empresas y a las personas más ricas, entre ellos la banca, y al
desvío de buena parte de sus beneficios a paraísos fiscales. Este
fraude sistemático, consentido y promovido por los diferentes
gobiernos con la excusa de atraer capitales que invirtieran, ha
consistido, por una parte, en una bajada de los impuestos directos
(algo que beneficia al 1% de la población) y una subida de los
indirectos (que son los que nos afectan al 99%). Y por otra, en una
profundización de estas medidas fiscales injustas mediante los
variadísimos tipos de desgravaciones existentes: las sociedades
utilizadas por las grandes fortunas para pagar solo el 1% de
impuestos (SICAV), la no persecución del fraude, la amnistía
fiscal, etc... Esta política ha traído consigo, a la vez que un
aumento de las desigualdades sociales, un debilitamiento de la
estructura financiera del estado al dejar los ingresos públicos en
manos de la coyuntura económica. Mientras la economía iba en globo
dicha debilidad no se notaba, cuando el globo ha explotado , hemos
visto que esa estructura no sirve para mantener el Estado: pues los
ricos no pagan y los demás, al ir al paro, tampoco.
2º-
Decisiones
que no se ajustan al interés general:
Confiar las deudas públicas a los mercados y no a los bancos
centrales, permitiendo con ello la especulación y el enriquecimiento
de los especuladores. El caso más sangrante son los prestamos del
Banco Central Europeo al 1% al año a la banca privada para que ésta
especule con la deuda pública exigiendo intereses de 5, 6 y 7 por
ciento en el Estado español, y superiores al 20 por ciento en
Grecia.
3º-
Decisiones tomadas a espaldas de los pueblos y cuyas consecuencias
son depositadas sobre los mismos:
La ilegítima transformación de deuda privada en deuda pública que
supone rescatar a la banca es una muestra de estas decisiones, hasta
ahora hemos gastado más del 16% de la riqueza producida al año,
exactamente 166.738 millones de euros.
A
estos argumentos podemos sumar que la prioridad del pago de la deuda,
como exige la reforma constitucional pactada por el PSOE y el PP en
agosto de 2011, significa poner por delante el interés del 1% de la
población sobre las necesidades sociales del 99% restante y
conlleva graves consecuencias, como la pérdida de vidas o el corte
del desarrollo personal de cada una de nosotras, pues
los
recortes aplicados para cumplir ese pago impiden el disfrute de
derechos inalienables (derechos recogidos en los artículos 25 y 26
de la carta de los derechos humanos como son la salud, la educación
y la vivienda) convirtiéndose, por lo tanto, en un mecanismo de
dominación que debemos rechazar.
Consideramos
que el Estado solo debe de pagar la deuda legítima y garantizar el
dinero e inversiones de los pequeños ahorradores.
Exigimos,
por otra parte, una paralización inmediata en el pago de la deuda,
que permitiría ahorrarse los casi 30.000 millones que vamos a pagar
este año de intereses, y una posterior auditoria ciudadana que abra
los libros y muestre que la mayoría de la deuda pública española
es ilegítima, por lo tanto rechazable.
Lo que no debemos, no lo
pagamos.
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